domingo, 6 de septiembre de 2009

Inevitable

Inevitablemente se ha de pensar en ellas. Nada se puede hacer sino arrastrar las palabras al recuerdo para sentir una vez más la vergüenza al evocarlas. La ilusión del momento en el que fueron pronunciadas, la expresión en el rostro del amante o la amada (de la amante o el amado), el latido acelerado de un corazón henchido de ilusiones, la velocidad dibujando una sonrisa en la cara, el sonido de los besos que callaron las palabras, pero sobre todo...las palabras; palabras que hoy forman parte del sinsentido, queriéndose ocultar en algún lugar entre los pliegues del recuerdo pero provocando, al tiempo, el regreso no deseado. Aquellas palabras cinceladas donde se invocaba al destino, a la buena estrella que había hecho cruzar los pasos de los amantes y que ahora eran sólo palabras sin más, algunas se tallaron en los árboles, prometiendo amor eterno...

Inevitablemente se ha de pensar en el vacío que luego dejaron...cuando ya nada sujetaba la frágil arquitectura del amor.

1 comentario:

  1. hola!!
    aunque apenas estes comenzando.. me ha gustado mucho lo que escribes!! (:

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